Desde hace algunos años ya, me ha interesado, pero sobre todo, me ha intrigado la experiencia subjetiva de la belleza. ¿Cómo nos dejamos tocar por la belleza? ¿Qué nos permite tener una experiencia genuinamente estética? (Y por genuino me refiero a la posibilidad de experimentar sensaciones de belleza en objetos, formas o figuras que no pertenezcan al reino de los parámetros estandarizados ni de los clichés).Todavía no lo sé... veremos si el tiempo me ayuda a saberlo, a comprenderlo.
Desde que me he sentido intrigada por este tema me he topado, al comienzo de forma casi azarosa y posteriormente de una manera más consciente, con ciertas notas sobre la belleza que, aún sin entenderlas, me mantienen intrigada: enigmáticamente intrigada. (Como me ocurre tal vez cuando me sorprendo a mí misma al experimentar que la belleza invade mi cuerpo de sensaciones que no alcanzo a comprender).
Lo único que puedo percibir con cierta claridad en las frases que he encontrado y que voy a transcribir a continuación es la permanente superposición que alcanzo a entrever entre belleza y terror, belleza y destrucción: terror de ser destruídos por la belleza como también terror de destruirla.
Desde el psicoanálisis uno puede pensar que ese terror está muchas veces presente cuando aparece la posibilidad de entablar un vínculo de verdadera intimidad emocional con alguien.
En esas ocasiones un miedo e incluso un terror acecha. El miedo de no ser capaces de acercarnos demasiado sin romper o dañar, o de ser rotos o dañados por la inmensa proximidad con el otro. Afortunadamente, hay ocasiones en las que el deseo y el amor nos llevan de la mano y sin terror justo al centro de ese miedo.
He aquí las frases que me intrigan y a las que probablemente, no oso todavía acercarme lo suficiente como para que me develen sus misterios:
" La aprehensión de la belleza también implica la aprehensión de la posibilidad de su destrucción". Donald Meltzer.
"Lo bello siempre es bizarro". Charles Boudelaire. Curiosidades Estéticas.
"Lo que llamamos belleza es sencillamente un primer presentimiento de terror, le cuenta Rilke. Nos postramos ante la belleza para agradecerle que renunice a destruirnos. ¿ Le destruirían si se aventurara a acercarse demasiado a esas bellas criaturas de otros mundos, o les parecería demasiado insignificante para eso?". J.M Coetzee. Juventud.
"Era una belleza a escala humana, sin el aspecto abrumador de lo sublime. Uno podía absorber la belleza sin sentirse empequeñecido o inundado de temor". P.Roth. La Mancha Humana.
Además escogí una imagen de la escultura del artista británico Marc Quinn (Alison Lapper pregnant) por ser para mí una obra de arte cuya belleza no deja de sorprenderme ni de propiciarme miles de sensaciones que a veces me parecen incluso "abrumadoramente bellas". Haciendo un poco de asociación libre, esta escultura hace eco en mi mente con las letras de una canción conocida que dice: "there is beauty in brakdown".
En manos de Baudelaire, otra óptica de la belleza.
ResponderEliminarFragmento de La Fanfarlo:
Imagínese que en el momento en que usted quiere apoyarse en el hombro del ser elegido y decirle: “¡Volemos juntos y busquemos el fondo del cielo!” una voz implacable y grave se acerca a su oído para decirle que nuestras pasiones son mentirosas, que es nuestra miopía la que hace bellos los rostros y nuestra ignorancia, bellas las almas; y que necesariamente llega el día en que el ídolo, para la mirada más clarividente, ya no es más que un objeto, no de odio sino de desprecio y asombro.
Claudia, gracias por el fragmento que compartes en tu comentario. Me permite seguir sosteniendo la dificultad de saber qué significa dejarse tocar por la belleza, o cómo se le atribuye a alguien o a algo este adjetivo. El fragmento toca un punto importante: el del ídolo o la idealización. Es que lo ideal es realmente bello? No lo sé, pero creería que no. Generalmente los "objetos ideales" tiene que ver sobre todo con el odio, antes que con las experiencias de belleza "pura". (Si es que eso existe). En fin, no tengo claridad al respecto, sólo preguntas.
ResponderEliminarMe sobrecoge la lectura del texto. Es a través de nuestro estado emocional como nos relacionamos con la belleza, es milagroso como el cambio que el amor puede producir en nosotros llevandonos al cielo, por así decirlo, y el miedo hecharnos subitamente al infierno (destrucicon de la belleza)
ResponderEliminarFAFA
úpale! ahí sí como dicen...breakdown, breakthrough...y pues parece que también beatuy...BBB...uish
ResponderEliminarYo solo podría decir, que toda aproximación a la belleza (esa que los medios se han propuesto a contemplar como única e irrefutable) resulta ser dolorosa, porque carece de sentido común, porque al estar rodeada de adulaciones no se enriquece en su mismo ser, lo que la conduce a ser perversa, tal como los niños, que en su infinita ingenuidad, desdeñan a cualquiera sin asomo de compasión alguna. La solución: creer en el instinto, ese que nos hace voltear a mirar algo o alguien que no está dentro de los parámetros de belleza, ese que nos hace (por unos segundos) sentir algo irracionales. Esto nos da una luz, el concepto de belleza debería ser personal, subjetivo y sobre todo intransferible.
ResponderEliminarLa belleza va de la mano con el deseo de posesiòn y no sòlo de posesiòn sino de transformaciòn, cuando contemplamos algo bello no basta con poseerlo queremos tambièn ser esa belleza transformarnos en eso que estamos viendo, y es ahì cuando tocamos lo imposible por eso pega tan duro!
ResponderEliminarQuerido Emmanuele, creo que has dado en uno de los puntos fundamentales. Estoy de acuerdo contigo, la experiencia de la belleza va de la mano con el deseo de posesión ( y ese deseo generalmente agita otras pulsiones mentales como la envidia y la rabia). Creo, al igual que tu que, contemplar la belleza es también permitirse sentir que uno quiere poseer esa belleza, adueñarsela. (Y al hacerlo,destruirla, o por lo menos sentir miedo de destruirla). Esa es quizá una de las razones por las que da tan duro. Gracias por continuar conversando conmigo.
ResponderEliminarFAFA, el punto que tocas también me parece fundamental. Nuestras emociones y estados de ánimo son inseparables de las experiencias que podemos llegar a tener de la belleza.
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